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Carta de la presidenta: equipo, compromiso, resiliencia y esfuerzo

El ESFUERZO de todos y cada uno de nosotros, desde el más peque hasta el más grande, con independencia del cargo, nos ha ayudado a sobrevivir ante una circunstancia excepcional que ha dado la oportunidad de sacar lo mejor de nosotros

Intento rehuir siempre de las cartas de presentación, me resultan a veces solemnes y demasiado institucionales. Este año no había duda, la expresión de lo vivido y el resultado de lo trabajado no se podía hacer de mejor manera que en esta carta, quizás  será menos que una presentación del contenido sino una medición del pulso de lo vivido.

Veníamos de un par o tres de años complejos (me refiero antes de la Covid19), en los que se evidenciaba una crisis en la que trabajábamos para hacerle frente con una propuesta de crecimiento y con lo que esto supone de riesgo, de esfuerzo y cansancio de muchos de nosotros. En estos momentos, nos encontramos de repente con lo inimaginable: la pandemia. El espíritu de supervivencia en la gestión hace necesario que se reestructure la base de gestión directiva, técnica, administrativa y educativa con celeridad, haciéndola más efectiva que nunca, enfrentando día a día del desconocido Covid19 con militancia.

Nos ponemos en marcha, sin mirar atrás ni adelante, solo en el presente. Dando respuesta rápida a la inmediatez de cada día que nos daba información para el día siguiente. Una prioridad: el cuidado de los niños, adolescentes y jóvenes; la segunda: la protección de nuestros equipos; la tercera: la supervivencia de la entidad. Un objetivo común, hacer frente como EQUIPO, desde los órganos de gobierno a los equipos de primera línea, a todo aquello con que de forma imprevista nos fuéramos encontrando. Podría detallar las decenas de cosas que se ponen en marcha (investigación de equipos de protección que no había en el mercado, organización de bolsas de horas para cubrir profesionales cuando estos enfermaran, despensa para próximos confinamientos, etc.)

Recuerdo que el día que anuncian el confinamiento, un equipo de directores volvíamos del encuentro nacional de Fepa. En el AVE de vuelta íbamos dando pautas y buscando entre todos cómo atender a los jóvenes que ya tenían los primeros síntomas. También recuerdo una foto que me llega por Whatsapp, una educadora entrando al supermercado con el carro de la compra y las estanterías vacías. El día siguiente del inicio del confinamiento se genera un grupo de trabajo de crisis que estudia y trabaja para ir analizando y dando respuesta. Se hacen frecuente las reuniones semanales por videoconferencia por primera vez, se activan las redes sociales desde el área técnica para romper el aislamiento de chicos-as de los centros y apaciguar los miedos, se generan dinámicas de trabajo participativo y conjunto, se buscan espacios rurales para diversificar la atención e incidencia de los grupos. Y muchas más.

El COMPROMISO con la entidad va más allá de la lucha contra las consecuencias en nuestros centros y profesionales (y sus familias) por la pandemia, la entidad mantiene la ejecución de su plan anual en paralelo para hacer frente a la pandemia. Entre otros temas, nos presentamos a la presidencia de Fepa, diseñamos nuevos proyectos como la atención a los jóvenes sensellar y nos preparamos para poner en marcha los servicios que estaban previstos empezar, que finalmente se activan a inicios del 21.

La certeza de una situación inesperada nos identifica una realidad no reflexionada, y es que la supervivencia innata en los niños, adolescentes y jóvenes hace que se adapten con RESILIENCIA ejemplar a lo que estaba por venir. La conciencia inmediata de responsables y educadores de disminuir el miedo con dosis de afectividad a chorros estaba también garantizada.

El ESFUERZO de todos y cada uno de nosotros, desde el más peque hasta el más grande, con independencia del cargo, nos ha ayudado a sobrevivir ante una circunstancia excepcional que ha dado la oportunidad de sacar lo mejor de nosotros.

Como siempre os digo, y esta vez con mayúsculas, GRACIAS DE TODO CORAZÓN a todos y todas los y las que forman esta familia de Eveho. Y UN ABRAZO DESDE EL CORAZÓN a todos y todas los y las educadores/as afectados gravemente por la Covid19 y la pérdida de familiares.

Rosa Almeda Edo – Presidenta de la Fundación Eveho